Desde la vida intrauterina se comienzan a percibir los sonidos. Más adelante, mediante un proceso de maduración, se van dando las condiciones para la adquisición del lenguaje. Dentro de ese proceso, interactuando con otros factores, se destaca la audición, que establece la posibilidad de aprender, desarrollar e interiorizar el lenguaje oral.

En los primeros años de vida se producen la mayoría de los progresos intelectuales, lingüísticos y sociales como consecuencia de una consistente estimulación auditiva. La plasticidad del Sistema Nervioso Central Auditivo posibilita el desarrollo de las funciones auditivas superiores durante esos años, siempre y cuando reciba una estimulación adecuada.

Antes del inicio del ciclo lectivo es importante que los niños reciban un chequeo médico completo con el objetivo de descartar problemas que puedan incidir en el ciclo escolar. La evaluación auditiva es algo a tenerse en cuenta dado que la audición es un sentido clave , su deficiencia puede producir problemas de aprendizaje , más allá de alteraciones en la dicción.